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La Femme

Soy mujer, soy de hiel, soy de miel, soy de piel, debilidad y poder, fuego que quema. Soy verdad, soy error, soy perdón, soy rencor, insensatez y razón, frío que hiela... Sabia intuición, imprudente pasión, soy así, riesgo y temor soy aliento y calor para ti...

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23 diciembre 2005

De Viaje...


A las 7.57 horas, el ala derecha del avión ha pasado, por unos segundos, a formar parte del horizonte hasta quedarse a ras del grácil hilo que separa cielo y tierra. Todo parece grandiosamente diminuto desde aqui arriba y cada detalle evoca recuerdos en una especie de dejavú subjetivo con elementos comunes: Un vuelo de Ida y Vuelta en el día rumbo a una tierra desconocida del sur, tierra de sol y sal, asiento 20E ventanilla casi pegado a una de las alas del vuelo de primera hora Madrid-Málaga, de nuevo "sola" ante lo desconocido, esta vez, por motivos de trabajo... Eso si, hoy nadie me espera en mi destino, no el impredecible, si no el que alcanzaré en poco más de media hora.

Una suave niebla acompaña este frío amanecer de diciembre y al cielo se le antojan varias tonalidades de azul: Turquesa, celeste, claro... hasta degradar en un leve violeta. La tierra adquiere unas dimensiones más lineales desde esta perspectiva, a unos... buff!! prefiero no pensar a cuantos metros me hallo del suelo, demasiado dulce imaginarse flotando en un recóndito y mágico lugar cerca del sol... Ahora la estela violeta se ha definido hacia un precioso rosado, es como si estuviese rodeada de algodones de azúcar. Es fácil que aquí arriba tu rostro dibuje una sonrisa mientras contemplas ríos, montañas y luces que anuncian vida en lo que adivino pueblos y ciudades :)


El avión se inclina y saboreo la bella perspectiva que su inclinación me brinda pero parece que mi cuerpo no lo celebra de la misma forma, postura poco natural.Las ventanillas de mi izquierda dejan pasar el sol en forma de estelas anaranjadas a través de los cristales, dibujando perfiles y sombras sobre la estructura de los asientos hasta delimitar cada saliente de mi rostro para dejarlo grabado durante unos segundos en el fuselaje del avión. Nos elevamos... Descendemos... Y de repente se acaba la ensoñación: "Señores pasajeros, estamos llegando al aeropuerto, por favor, asegurense de que sus cinturones de seguridad están abrochados correctamente..."

De nuevo en tierra...