Qué me puede quedar

La música es, sin duda, la que mejor se adapta a los estados de ánimo o al menos, en mi caso, es una ley que se cumple a pies juntillas :)

No hace falta que el intérprete sea conocido ni la letra archipensada, sino que responde a algo tan simple como un estímulo auditivo, y tan complejo como despertar un yo que sé y un qué se yo dentro, que hace que no te canses del tema, tipo el ingrediente secreto de la Coca Cola, nadie sabe qué es pero su adicción está más que comprobada. Y no me importa ser adicta, para nada, quiero seguir poniéndole melodía a los capítulos de mi vida a través de temas, por ejemplo, como éste... Mensajes en botellas a la deriva...

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