Añoranza...
Te amo. No se cuándo ni cómo empecé a hacerlo, pero mi corazón lo presentía hacía tiempo... Amo tus anchuras y estreces, amo tus aromas y tus sonidos, amo tu sabor a azúcar y ron, amo toda tu nada...
Podría estar bebiendo eternamente de las lágrimas agridulces que nacen de tus ojos, y en tu hipotético silencio, seguiría amándote. Lloré y reí recorriéndote entera, palmo a palmo, labio a labio, piel con piel, con mis ojos, con mis manos, dejando mi esencia en los rincones más oscuros de tu silueta constante, perdiéndome en tu carmín multicolor, ahogándome con el sabor de tu exhuberante tristeza...
De día eres prenda blanca sobre tez morena, de noche lentejuela sobre la espuma del mar, y el movimiento de tus caderas suena a güiro, a maraca, a timbal... Tu boca me sabe a café, tus manos a dulce de leche, la música que brota de tus adentros es puro latido, ritmo de claves, corazón, te amo, corazón...
Si dormir en tus brazos es el sueño de cualquier alma errante, descubrirte es conocer la belleza máxima hecha mujer, Cuba, pobremente rica, ricamente pobre, a tus pies me rindo sin que me pertenezcas...
Solo te pido que, aún en la distancia, me dejes seguir amándote, así, apasionadamente...
De día eres prenda blanca sobre tez morena, de noche lentejuela sobre la espuma del mar, y el movimiento de tus caderas suena a güiro, a maraca, a timbal... Tu boca me sabe a café, tus manos a dulce de leche, la música que brota de tus adentros es puro latido, ritmo de claves, corazón, te amo, corazón...
Si dormir en tus brazos es el sueño de cualquier alma errante, descubrirte es conocer la belleza máxima hecha mujer, Cuba, pobremente rica, ricamente pobre, a tus pies me rindo sin que me pertenezcas...
Solo te pido que, aún en la distancia, me dejes seguir amándote, así, apasionadamente...